El pasado 14 de marzo finalizó el Congreso Nacional de Paz 2024, convocado por Justapaz, Viva la Ciudadanía, Redprodepaz, Plataforma Colombiana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo y la Universidad Santo Tomás. El encuentro convocó a cerca de 50 territorios para conversar y plantear al gobierno nacional rutas hacia la construcción de paz en Colombia.

 

Entre el 12 y el 14 de marzo, en la sede principal de la Universidad Santo Tomás, tuvo lugar el primer Congreso Nacional de Paz, denominado “Uniendo Voces, Territorios por la Paz Total”, en el que participaron organizaciones sociales, étnico territoriales, antimilitaristas, juveniles, ambientalistas, de mujeres y de derechos humanos, iglesias, reclamantes de tierras, víctimas y académicos; pobladores y pobladoras de más de 50 territorios del país. Con el fin de crear círculos de saberes sobre lo que se necesita para lograr una Paz Total, construida desde las comunidades, que son quienes enfrentan el conflicto armado en primera línea.

En total, se generaron 12 mesas de trabajo que permitieron abordar temas de justicia ambiental, alternativas a economías ilegales, crisis humanitaria, garantías para la participación y diferentes temas con enfoque de género, juventudes y ecuménico. Además durante el congreso se reiteró la idea de que en varias zonas del país se está reconfigurando el conflicto armado, especialmente en Bajo Putumayo, Norte de Nariño, Costa Pacífica, Bajo Cauca Antioqueño, Mojana Sucreña, Sur de Bolívar, Norte del Caquetá, Montes de María, Catatumbo, entre otras, como un llamado de alerta para efectuar mecanismos eficaces de protección. 

 

¿Cómo se plantea el modelo de la Paz Total?

Entre las temáticas abordadas sobre participación ciudadana y territorios, León Valencia director de la Fundación PARES, reflexionó sobre los intereses de Colombia de entablar acuerdos de paz, en medio del conflicto armado “más doloroso que las dictaduras del cono sur” en América Latina. Además resaltó como causales del conflicto las disputas en torno al poder político, territorio y las rentas ilegales, lo que llevó unos momentos de inflexión en el país, para dejar las armas, por el poder político. Por último, puntualizó que el modelo de Paz Total es complejo pero certero, por lo tanto la participación de la ciudadanía es fundamental en las discusiones.

 

¿Qué lugar ocupan las comunidades?

Durante el primer panel del Congreso Nacional de Paz, se destacó que las comunidades son fundamentales para garantizar un proceso serio e incluyente. Para Gloria Arias citando a Iván Cepeda “el corazón del acuerdo es la comunidad” por lo tanto se deben blindar esos procesos. De esta manera, las comunidades serán quienes determinen las transformaciones sociales que necesitan.

Según Ximena Toro el fortalecimiento de las organizaciones de base y procesos productivos, en el marco de iniciativas de paz, se construye con los territorios y su participación. Esa metodología vinculante permite que “desarrollen relatos desde la paz y no solo desde la tragedia”, lo que a su vez permite “tejer puentes entre actores polarizados” según Alexander Gamba decano de la Universidad Santo Tomás.

 

¿Cuáles son los retos en la agenda ambiental?

Durante el segundo día del Congreso Nacional de Paz, se conversó sobre la justicia ambiental y el buen vivir, como un eje central del actual gobierno y el compromiso por asegurar el derecho a vivir en un ambiente sano y seguro, para la consolidación de la paz. Por lo tanto, se debe implementar acciones que garanticen la gobernanza territorial, como también, estrategias de comunicación, en torno al diálogo entre el gobierno nacional y las organizaciones sociales defensoras de los derechos de la naturaleza. 

 

¿Cuáles son las bases éticas para lograr un acuerdo nacional?

Durante la última ponencia, del tercer día del encuentro, el padre Francisco de Roux expresidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad (CEV), identificó a Colombia como un país cuya riqueza no está orientada en la producción campesina y rural, de modo que es fundamental pasar a una “economía en la que todos podamos participar”, para lograr acuerdos nacionales.

Por otra parte, de Roux, reconoce que los esfuerzos más importantes para lograr la paz, se deben concentrar en la educación, lo cual implica dos elementos en ese proceso: el primero es considerar el conflicto desde la memoria, para “nunca olvidar las víctimas de esta guerra” y el segundo es reflexionar “¿qué es lo que nos hace crecer como seres humanos?” y “¿qué es lo que nos desbarata o nos avergüenza?”. De este modo la sociedad colombiana tiene un camino más firme hacia la restauración de víctimas y de victimarios.

El Congreso Nacional de Paz 2024, finalizó con la lectura de la declaración titulada: INSISTIMOS: LA PAZ ES EL CAMINO un llamado al Estado Colombiano, a los diferentes actores armados y a los diversos sectores de la sociedad civil, a no desistir en los procesos de paz y tomar en cuenta las propuestas de seguimiento de incidencia de este congreso, que se recogen de las diálogos vinculantes en las mesas de trabajo.

Redacción por: Justapaz

 

Añadir Comentario


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.